Cuando estamos jóvenes pensamos que todo nos va a salir bien y no tomamos precauciones en el ámbito financiero. Es más, cuando vemos que ya tenemos un ingreso fijo comenzamos a hacer compromisos por encima de lo que podemos pagar, así que adquirimos deudas que pueden desajustar nuestro presupuesto por mucho tiempo. Aquí te traemos los errores más comunes que suelen cometerse a esta edad para que tomes tus previsiones.
1.- Comprar una casa a toda costa.
Comprar una casa en esta etapa de tu vida no es un error. Es más, puede ser una gran bendición. El problema está cuando esa decisión afecta tu tranquilidad financiera. Si te vas a ver muy limitado, entonces no es aconsejable hacer esa adquisición. “…En el caso de la vivienda, tradicionalmente se nos ha inculcado que comprar es inversión para el futuro, pero este argumento pierde valor cuando te esclavizas a una hipoteca hasta más allá de la jubilación”, señala Marina Fernández, psicóloga, en la página web Elle.
2.- No pensar en hacerte un colchón.
Cuando estamos en los 20 pensamos que nada malo nos va a ocurrir, sin embargo, el tiempo pasa volando y cuando nos damos cuenta ya estamos en la etapa de la adultez y no tenemos un soporte financiero que nos proporcione tranquilidad. Es importante comenzar a crearlo desde los primeros años, cuando entramos al mundo laboral.
3.- Comprar un coche por encima de las posibilidades.
Al igual que la casa, adquirir un coche se hace inminente, y muchas veces nos inclinamos por el más costoso, por ser el más llamativo. Como jóvenes queremos tener lo mejor, pero es más importante algo útil que algo atractivo. Si puedes costearlo sin ningún problema, adelante. Pero si no es así, entonces piénsalo mejor antes de endeudarte.
4.- Usar la tarjeta de crédito sin control.
El tener una tarjeta de crédito es un arma de doble filo que solo te genera deudas. Al usarlas sin control estás incrementando tus gastos mensuales. Los bancos las otorgan con facilidad porque se benefician con sus intereses. Prefiere pagar con dinero en efectivo.
5.- Restarle importancia a lo que haces porque “no tienes nada”.
Pensar que por el hecho de que no tienes nada, no es importante lo que haces, es un error. Aun cuando ganes poco dinero y no tengas ninguna propiedad todavía, debes cuidar cada decisión que tomes, pues esta puede influir en tu futuro.
6.- No poner interés.
Existen alternativas muy buenas a las que por ser jóvenes no prestamos atención, tales como becas, descuentos en supermercados u otros que pueden ser significativos en tus finanzas.
No descuides tu estabilidad económica. Aprende a organizarte para que puedas disfrutar de una libertad financiera desde muy temprana edad.
Fuente: http://www.elle.es/