A muchas personas les cuesta visualizar su futuro, ya sea porque no tienen ningún tipo de entusiasmo en conocer cómo podría ser su vida en unos cuantos años si trabajan en ello o porque simplemente son muy conformistas, sin ningún tipo de aspiraciones.
La visualización, aseguran los psicólogos y coach, no es más que una técnica de programación neurolingüística, con la que la gente logra luchar por un sueño, dado a que esa visualización les hace sentir el placer de una vida tal cual como la vislumbran en sus pensamientos.
Tener una imagen clara de cómo podrías ser el mañana, es sinónimo de personas decididas y autónomas acerca de sus pensamientos. Este tipo de gente, se caracteriza por tener un propósito firme en la vida y eso es lo que hace el camino al éxito mucho más sencillo, evitando desvíos innecesarios y limitantes de metas y deseos. Si quieres hacer contacto con tu futuro, primero debes hacer los siguientes cuestionamientos:
1. ¿Dónde voy a estar dentro de un año?
¿Conocer Francia? ¿Visitar el Taj Mahal, quizás? ¿Tener un título universitario y ser lo que siempre quisiste cuando en tus años de adolescente sentías pasión por la biología? Cuando te preguntas seriamente dónde quieres estar exactamente dentro de 365 días, estás figurándote un futuro muy cercano que te propone trabajar arduamente en ello, lo que te permite hacer de tus sueños parte de una realidad posible y probable, siempre que lo intentes.
2. ¿Qué me hace falta para sentirme bien conmigo mismo?
Si estás en una etapa en la cual te cuesta sentirte conforme y orgulloso de ti, puede que sea porque no estás en el lugar adecuado, ni en el trabajo correcto, ni cursando la carrera que te llena en lo personal. Por eso, vale la pena sentarse a pensar en qué cosa necesitas (personal y materialmente) para sentirte a gusto con tu vida.
3. ¿Cuáles son las cosas que más felicidad te producen?
La felicidad es más que una circunstancia, una actitud; no obstante, hay factores internet y externos que inciden en nuestro estado de ánimo, que al hacerlos o tenerlos, nos hacen sentir mucho mejor con nosotros mismos y nuestra vida.
4. ¿Hablas a menudo de lo que te alegra?
La libertad para expresar sentimientos y emociones, es sinónimo de buena salud mental. Esto te permite, no solo exteriorizar lo positivo que hay en ti, sino que debe hacerse parte de un ritual porque te permite contagiar a otros de tu optimismo y eso se regresa.
5. ¿Qué puedo cambiar de mi presente?
Si existe algo que hoy te perturba o te hace sentir limitado para estar bien contigo mismo, debes identificarlo y trabajar en ello.
Con perseverancia y luchando por lo que más te alegra en la vida, es que podrás contar con un futuro lleno de triunfos.
Fuente: sermejorpersona.com