La mayoría de las personas tenemos sueños. Quisiéramos cambiar el curso de nuestras vidas, nos imaginamos haciendo cosas diferentes a las que estamos acostumbrados, pero no hacemos nada por lograrlo. Las excusas nunca faltan: no tengo suficiente dinero, no tengo tiempo, no tengo experiencia, soy muy joven para intentarlo o ya estoy muy viejo para ponerme a inventar.
Así van pasando los años y nuestra vida sigue estancada en el mismo lugar. Es triste que no nos atrevamos a llevar aquello que solo está en nuestra mente, a la realidad. Lo peor es que, muchas veces, cuando se nos ocurre compartir con otros dichos sueños, nos encontramos con personas pesimistas que, en lugar de impulsarnos, nos hacen creer que no servimos para ello, o que es una locura.
La verdad es que la única persona que es capaz de cumplir lo que ni siquiera se atreve a soñar con pasión, eres tú mismo. Y el mejor momento para hacerlo es ahora. No importa las circunstancias, estas no van a determinar el éxito o el fracaso que podamos tener. Son nuestras actitudes y nuestro esfuerzo el que nos va a permitir convertirnos en esa persona que está dormida en algún lugar de nuestro cerebro.
Si eres una persona joven, seguramente estás pensando que todo eso está muy bien, pero que la verdad es que no tienes una buena idea que te permita alcanzar el éxito. Y si la tienes, pues te falta el dinero o alguien que te dé su apoyo. Con ese empleo que tienes, sabes que no llegarás a ningún lado, pero sigues ahí, porque igual tienes que sobrevivir.
Si, por el contrario, eres una persona mayor, entonces me parece escucharte decir que ya no tienes energías para emprender un negocio y que a estas alturas de la vida no quisieras arriesgarte a hacer nada, por temor a perder lo que hasta ahora medianamente has conseguido, ya que tienes obligaciones que cumplir, por lo que es más seguro mantenerte en ese trabajo en el que has estado por tantos años.
Déjame decirte que estás en un error y seguirás estándolo mientras decidas quedarte en tu zona de confort. Si analizaras la historia que está detrás de las grandes empresas, te darías cuenta que muchos de estos inicios se dieron en medio de la incertidumbre y del rechazo de otros y, sin embargo, lograron alcanzar el éxito.
Así que deja de buscar excusas donde no las hay y comienza a actuar hoy mismo. “Las excusas son esos impedimentos que decidimos poner a nuestros sueños, son reflejo del miedo que sentimos a ser exitosos”, explica la página web Emprendiendo Historias.com. Tú eres el único responsable de lograr lo que deseas.
Fuente: emprendiendohistorias.com
