Andar de pantalones cortos fuera de casa, no era una opción para mí. Recuerdo que de niña usaba muchas faldas y pantaloncillos cortos y me veía tan linda, pero al llegar a la pubertad, la celulitis se comenzó a instalar en mí, haciéndome sentir muy mal e insegura con mi cuerpo.
Cuando tocaba alguna salida a la playa o piscina, siempre buscaba una excusa para no asistir. Generalmente, me inventaba una enfermedad o un compromiso impostergable, hasta que al cabo de un tiempo mis amigos dejaron de invitarme a todo tipo de viajes fuera de la ciudad.
Para mí, que vivo tan solo a 20 minutos del mar, es una situación demasiado incómoda porque lo que más disfruto en esta vida es estar a la orilla de la playa, escuchando el sonido de las olas, el viento fresco y comiendo todos los platillos con sabor a mar que venden allí.
Siempre que podía salía con mi familia, pues, con ellos me sentía en confianza de andar mostrando mi cuerpo, principalmente por mi exceso de celulitis en mis muslos y abdomen. Aunque no puedo negar que la circunstancia no era algo con lo que alguna vez me pudiera familiarizas o aceptar como si nada. En realidad, era muy feo para mí tener que admitir en una edad tan joven lo feo que tenía mi cuerpo a causa de la indeseable celulitis.
Por ser de piel tan blanca, era mucho más evidente la piel de naranja en mis glúteos, muslos, abdomen y parte de mis brazos. Tenía tanta celulitis que hasta mis pantorrillas estaban minadas de irregularidades en mi piel propias de la celulitis.
Ni hablar cuando tenía novio. No me gustaba que me tocara, mucho menos salir con él en plan deportivo, teniendo que mostrar mucho mis piernas. Siempre que podía evitaba viajes a la playa. Definitivamente, era una época muy difícil conmigo misma y que sin duda me trajo muchos problemas con los demás por mi forma de ser tan complicada. A todas éstas yo a muy poca gente le comenté lo que en realidad sucedía conmigo. De hecho, creo que las únicas personas que sabían lo mal que me sentía con el aspecto de mis piernas y barrida, eran mi madre y una prima con la que hablo de todo.
Llegué a considerar seriamente someterme a una liposucción, pero de solo pensarlo entraba en pánico. En vista de ello, pensé en buscar otra forma de ayudarme a desaparecer la celulitis de mi cuerpo. Conocí Cuerpo sin celulitis y quedé encantada con su efectividad.
Gracias al programa del especialista Joey Atlas pude deshacerme de la celulitis en todo mi cuerpo. Aprendí los ejercicios exactos para desaparecerla por completo y hoy me siento muy feliz.
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